Los cambios motivados por el impacto de
las innovaciones tecnológicas han colocado la edición digital en el horizonte
de expectativas de renovación no sólo de la Filología sino del ámbito
universitario en muchas de sus facetas.
Pretendemos bosquejar –someramente– qué
desarrollo ha tenido esa renovación en la práctica institucional universitaria
en aspectos como la gestión editorial de patrimonio bibliográfico
(digitalización de fondos propios), la edición científica o la edición
filológica de textos.
No hay que descuidar que algunas
circunstancias inciden, probablemente, en el relativo desapego académico por la
tecnología digital: no olvidemos, en este sentido, la frecuente falta de
criterios definidos de valoración académica para los nuevos tipos de edición o
las dificultades de protección de derechos de autor. Frente a éstos, otros
considerandos deberían acelerar en cambio el progreso, en especial la
importancia de las nuevas posibilidades editoriales para la difusión del
patrimonio cultural. No cabe duda de que debe ser tarea universitaria la
salvaguarda de ese patrimonio lingüístico y literario que está siendo sometido
a menudo en la maraña de la red a tratamientos trivializadores.
El abaratamiento de costes, ventas y
almacenaje, y su consiguiente repercusión social, son también factores que
deben tenerse en cuenta como ventajas de las ediciones digitales. Con todo, un
asunto de mayor calado reclama soluciones urgentes: el nuevo desequilibrio
nacido entre los bloques que algunos estudiosos y ensayistas clasifican como
"conectados" o "no conectados".
Durante el último tercio de siglo XX se
ha producido una democratización del conocimiento, como consecuencia de la
consolidación de los sistemas democráticos en las sociedades desarrolladas y la
extensión del sistema educativo a amplisos ectores de población juvenil. Además
, la expansión de los medios informáticos, y la reducción de su coste
económico, está contribuyendo a que el acceso a las autopistas de la
información esté al alcance cada vez de mayores sectores de población.
La tecnología está permitiendo que la
actividad laboral se desarrolle en unas condiciones más óptimas, lo que está
contribuyendo a la disminución de aquellas tareas que requieren un mayor
esfuerzo mental y físico, o riesgo para salud, que son realizadas por robots y
máquinas especializadas, produciéndose un descenso significativo del índice de
accidentalidad laboral. A nivel doméstico, la tecnificación del hogar está
permitiendo, especialmente a la mujer, disponer de tiempo para la realización
de actividades remuneradas, u otras de carácter cultural, recreativas, de
ocio...
La integración en este nuevo modelo de
sociedad, se presenta como un reto a asumir y para el que hay que estar
preparado. El progreso tecnológico, a pesar de contribuir a aumentar el
bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos, puede llegar a constituir una
forma de segregación y de diferenciación social, entre los que disponen
habitualmente de mayores medios y posibilidades de adquisición y actualización
de conocimientos, y el resto de la población. Dado que el conocimiento
constituye un requisito indispensable para una plena integración en la sociedad
actual, resulta necesario disponer de recursos suficientes para asimilar los
cambios que se están produciendo en nuestro entorno y aprovechar los avances y
adelantos que nos proporcionan.
Si el conocimiento es un elemento
determinante del status social de la población en las sociedades desarrolladas,
¿en qué posición se encuentran, o se pueden llegar a encontrar, todos aquellos
sectores de población que no tuvieron la oportunidad de adquirirlo, y su nivel
formativo es tan reducido que le resulta difícil comprender y asimilar los
cambios que se están produciendo en el ámbito laboral, económico, social, cultural...?
¿Qué oportunidades tienen de poder usar y aprovecharse de las posibilidades de
comunicación e intercambio que ofrecen los medios informáticos?.
En la actualidad, la forma más
extendida, a través de la cual los ciudadanos acceden a las redes de
información es Internet, que está teniendo una amplia irrupción no sólo a nivel
económico y laboral, sino también dentro del hogar. Su nivel de utilización
está condicionado a la posibilidad de disponer de un ordenador personal,
conexión telefónica y poseer los conocimientos básicos necesarios para su
correcta utilización. El coste económico del equipo y la conexión constituye
cada vez un obstáculo menor, dado el descenso de precios que se está
produciendo por el aumento de la competencia, por lo que la dificultad mayor,
para determinados sectores de población, es la carencia de conocimientos
informáticos.